El pilar fundamental del éxito empresarial es, sin duda, la relación con el cliente. De lo que sepamos de él, lo que quiere y lo que aborrece, va a suponer el éxito o el fracaso a la hora de cerrar una venta.
Hasta hace muy poco, el responsable de la empresa y sus colaboradores mantenían una relación muy estrecha, cordial y personal con su cliente. Se esforzaban por saber todo sobre él: sus gustos, sus aficiones, su ideología, sus problemas y un largo etcétera. Toda esta información posibilitaba desarrollar nexos y dependencias, así como estrategias orientadas a que se mantuviera fiel y satisfecho.
Esa forma universal de conocer al cliente poco ha variado. Lo que es diferente hoy en día es la metodología y la sistemática. Ahora se intenta que ese conocimiento sea mayor, absoluto y compartido, gracias a las ventajas que aportan para ello las nuevas tecnologías. Para lograr ese dominio efectivo de las relaciones, disponemos de herramientas, fáciles de usar, gratuitas o de muy bajo costo.
Existe una herramienta que facilita el tratamiento de la información relacionada con el cliente. Una herramienta que permite organizarla y compartirla con el resto de integrantes de nuestra organización. Es el CRM (Customer Relationship Management). Esta herramienta ofrece a las empresas de cualquier tamaño muchas ventajas. Podemos destacar las siguientes:
Ayuda a mejorar la relación con los clientes
Con el CRM disponemos de toda la información relativa al cliente. Información que ha sido recopilada a lo largo del tiempo por todos los integrantes de la empresa. La correcta utilización de la información permite optimizar la relación con el cliente.
Aporta información instantánea, completa y centralizada
Los usuarios del CRM disponen de información en cualquier momento de todos los datos del cliente: compras, historial, precios, etc…
Facilita la comunicación interdepartamental
Cuando no hay una buena organización de la información ni una óptima colaboración entre los diversos departamentos, resulta más fácil que la información no sea correcta y completa. Cualquier integrante de la empresa puede necesitar conocer aspectos de un cliente que no tienen que ver con su departamento. El CRM es la solución ideal, permite que se comparta información y que cada cual recabe los datos necesarios.
Facilita diferenciar los diversos perfiles de clientes
La información recopilada va a posibilitar una mejor segmentación del mercado y campañas de márketing mejor dirigidas. Esas mejoras reportarán mejores resultados.
Permite orientar la táctica comercial
El conocimiento del comportamiento de los clientes a la hora de comprar, posibilita que se pueda orientar de forma más precisa la oferta comercial.
Ayuda a optimizar los procesos
Las empresas pequeñas no suelen tener procesos estandarizado, con reglas definidas. Cada departamento suele actuar al margen del resto, haciendo las cosas como a cada cual más le conviene. En el momento en el que se dispone de un CRM, se hace posible que el personal siga unos procesos definidos. Cada departamento interactúa con los demás, lográndose con ello la optimización y una relación de mayor eficiencia.
Permite planificar mejor
Todos tienen acceso a la información específica de cada cliente. Todos disponen al momento de todos los correos, llamadas, tareas, visitas, incidencias, documentos, etc… Esta disponibiliad va permitir mejorar la planificación, pronosticar ventas, conocer la satisfacción, hacer un seguimiento óptimo y consolidar la fidelidad.
Permite mejorar la oferta
Sabemos que el cliente es nuestra mejor fuente de inspiración y de información. El hecho de disponer de una amplia cantidad de datos sobre lo que prefiere a la hora de comprar, va a suponer que podamos mejorar la variedad de nuestra oferta.
Aumenta la satisfacción y permite medirla
El usuario del CRM, gracias a la minuciosa información de la que dispone, puede relacionarse mejor con el cliente de una manera más personalizada y efectiva, lo que facilitará aumentar el grado de satisfacción del cliente.
Incrementa el volumen de ventas
Las ventas se incrementarán, indudablemente, por todas las razones expuestas anteriormente.
Facilita la toma de decisiones
Si la empresa no dispone de informes acerca de los diversos procesos de la empresa, sobre todo el de ventas, resulta difícil analizar. Un CRM nos permite disponer de estadísticas fiables y de una visión sobre aspectos relacionados con los clientes. Un CRM capaz de aportarnos esa visión pasada y presente va a facilitar, sin duda, la toma de decisiones sobre futuras proyecciones.
Esas ventajas y otras muchas que se podrían enumerar, hacen que el CRM sea, a día de hoy, una herramienta imprescindible para la gestión de la actividad comercial. Aunque pocas, también hay desventajas que trataremos en otra entrada.